Cuando una
enfermedad es incurable solo queda aliviar el sufrimiento, lo cual no es
poco y con frecuencia no se le concede la importancia debida.
Es
habitual agotar todas las posibilidades de curación en los más jóvenes.
Pero en los mayores no se suele ser tan exigente. Por ello, lo primero
que se debe garantizar es estar bien seguros de que la enfermedad no se
puede curar, o no se debe intentar su curación por circunstancias
lógicas (edad muy avanzada, otras enfermedades graves de base, etc.).
En teoría se considera que una enfermedad se encuentra en fase terminal, cuando el
En teoría se considera que una enfermedad se encuentra en fase terminal, cuando el
tiempo estimado que queda de
vida es menor de seis meses.
No obstante en el momento actual más que
pensar en cuando llega la muerte para encasillarle a la persona mayor
como terminal o no, lo más importante es continuar con la cobertura de
necesidades habituales tal y como se están describiendo a lo largo de la
obra.
El final de la vida debe de ser la continuidad de la vida.
El final de la vida debe de ser la continuidad de la vida.
Por ello sus cuidados, su atención debe de ser
la continuidad de los cuidados y de la atención que venían recibiendo,
centrándose en el alivio del dolor y en el confort de su último tramo de
vida.
La labor de la familia es fundamental, ya que en estas
situaciones, la familia también debe de aceptar este planteamiento de
final de vida, de cercanía de la muerte y de aliviar todo aquello que le
cause incomodidad.
Las principales causas de enfermedad terminal son aquellas que en un momento de su evolución es previsible que se produzca la muerte en poco tiempo. Son las siguientes:
-El cáncer: Aunque como se expuso
anteriormente más de la mitad se curan, su alta frecuencia en las
personas mayores hace que sea el prototipo de situación de enfermo
terminal.
-La demencia: en las fases muy avanzadas de las mismas, cuando el paciente se encuentra totalmente encamado sin capacidad de poder emitir sonidos, y tiene graves problemas de deglución con desnutrición, úlceras por presión y frecuentes infecciones urinarias o respiratorias.
-Enfermedades neurológicas: Todas las enfermedades que produzcan situaciones semejantes a las descritas en el punto anterior de la demencia.
Las principales causas de enfermedad terminal son aquellas que en un momento de su evolución es previsible que se produzca la muerte en poco tiempo. Son las siguientes:
-La demencia: en las fases muy avanzadas de las mismas, cuando el paciente se encuentra totalmente encamado sin capacidad de poder emitir sonidos, y tiene graves problemas de deglución con desnutrición, úlceras por presión y frecuentes infecciones urinarias o respiratorias.
-Enfermedades neurológicas: Todas las enfermedades que produzcan situaciones semejantes a las descritas en el punto anterior de la demencia.
La más habitual es el ictus grave o de
repetición.
La enfermedad de Parkinson es relativamente frecuente sobre
todo en sus estadios más avanzados semejantes al estadio severo de la
demencia.
-Enfermedades de cualquier órgano en situación muy avanzada: Situaciones con insuficiencias cardiacas, pulmonares, hepáticas o renales, muy avanzadas, donde la única solución sería a veces el trasplante (en edades más jóvenes), y que causan importantes síntomas y angustia.
El afrontamiento de la muerte. Necesidades.
La muerte es un hecho natural y universal, que afecta a todos los seres vivos, a
-Enfermedades de cualquier órgano en situación muy avanzada: Situaciones con insuficiencias cardiacas, pulmonares, hepáticas o renales, muy avanzadas, donde la única solución sería a veces el trasplante (en edades más jóvenes), y que causan importantes síntomas y angustia.
El afrontamiento de la muerte. Necesidades.
La muerte es un hecho natural y universal, que afecta a todos los seres vivos, a
pesar de lo cual es habitualmente
ignorada y, por supuesto, no deseada.
A veces la muerte ocurre de manera
repentina, pero en las enfermedades que llevan a situación de
terminalidad, la muerte no aparece de forma inesperada, es posible
"verla venir" casi con fecha fija. Algunos aspectos que hay que destacar
en estas circunstancias son:
Información: El afectado tiene derecho a saber la verdad. Pero también a no saberla.
Información: El afectado tiene derecho a saber la verdad. Pero también a no saberla.
Es injusto ocultarle
información si la demanda, pero puede ser muy cruel dársela si no la
pide.
Se acepta en general, como lo más conveniente, facilitar al paciente "toda la información que él desea saber". Con frecuencia conocer la verdad, ayuda al tratamiento y el enfermo comprende mejor los síntomas y la evolución.
Apoyo psicológico y familiar para cubrir todas las necesidades.
Se acepta en general, como lo más conveniente, facilitar al paciente "toda la información que él desea saber". Con frecuencia conocer la verdad, ayuda al tratamiento y el enfermo comprende mejor los síntomas y la evolución.
Apoyo psicológico y familiar para cubrir todas las necesidades.
Las necesidades de una persona terminal son principalmente:
Necesidades espirituales: La falta de finalidad para vivir produce desesperanza y depresión.
Necesidades espirituales: La falta de finalidad para vivir produce desesperanza y depresión.
El enfermo
mantiene la esperanza cuando tiene una meta. Frecuentemente es de ayuda
procurar encontrarle unas pocas metas realizables, que pueden cambiar
conforme la muerte se acerca.
Una manera de ayudarle es interesarse por
su vida pasada, por los eventos más importantes y recalcar todo lo bueno
que ha hecho o los intentos que ha realizado para conseguirlos.
Algunos
personas mayores derivarán de sus creencias religiosas la fuerza
necesaria para seguir gracias a su fe en que existe un mundo espiritual
más allá del físico.
El apoyo religioso puede ser importante para el
creyente por lo que las preguntas sobre el tema espiritual deben hacerse
delicadamente y con respeto.
El deber de la familia y de los
profesionales es facilitarle, si lo desea, la participación en las
actividades religiosas y darle la necesaria intimidad y el acceso a los
consejeros espirituales.
Necesidad de despedirse: El anciano terminal suele desear despedirse, poder dar las últimas instrucciones y hacer la paz con aquellas que tuvo diferencias.
Necesidad de despedirse: El anciano terminal suele desear despedirse, poder dar las últimas instrucciones y hacer la paz con aquellas que tuvo diferencias.
Esto requiere su tiempo y
no debe retrasarse demasiado porque hacia el final el anciano
puede
estar muy débil, haberse deteriorado mentalmente o estar muy sedado.
Las
personas encuentran más difícil despedirse de aquellos con los que
tuvieron una relación conflictiva. Estos problemas deben de ser
confrontados entre la familia y el anciano y se ayudará para que tengan
una comunicación más abierta.
Necesidades del paciente inconsciente: Cuando el paciente pierde la conciencia, si el nivel es ligero, parece continuar siendo consciente al sonido y al tacto, y a otros sentidos en menor grado, siendo posible que perciba a veces la presencia de otra gente.
Necesidades del paciente inconsciente: Cuando el paciente pierde la conciencia, si el nivel es ligero, parece continuar siendo consciente al sonido y al tacto, y a otros sentidos en menor grado, siendo posible que perciba a veces la presencia de otra gente.
En las etapas finales puede haber cosas importantes que la
familia necesite decir al paciente, debemos asegurarles privacidad
porque aunque no pueda responder verbalmente, es posible que aún
escuche.
Hay ocasiones en que el enfermo desea abstenerse de toda
comunicación, puede ser una
forma de evitar el dolor de la partida y
prepararse para la muerte.
Entonces, aunque esté consciente, mantiene
sus ojos cerrados casi todo el tiempo
y rehúsa comer o beber.
Este un
tiempo pacífico y la transición a la inconsciencia es a menudo
imperceptible.
Se le debe manejar como si se tratase de un paciente
consciente (explicarle las cosas...)
Necesidades de la familia: La familia tiene derecho a ser informada puntualmente de la evolución de la enfermedad, sobre cómo se manejan los síntomas molestos y la forma como será la etapa final.
Necesidades de la familia: La familia tiene derecho a ser informada puntualmente de la evolución de la enfermedad, sobre cómo se manejan los síntomas molestos y la forma como será la etapa final.
Muchas familias atraviesan las mismas etapas de
adaptación a la enfermedad y muerte que los enfermos y requieren una
especial comprensión si se han detenido en alguna de ellas.
Es necesario
que la familia tenga fuerzas para vencer la conspiración de silencio
(no decirle al paciente su enfermedad), y que se involucre en el cuidado
del enfermo.
Será la última vez o el último periodo de la vida en el
que va a cuidar de él.
La conspiración de silencio no tendría que tener
razón de ser.
Todas las personas mayores tienen derecho a conocer su
enfermedad así como su diagnóstico, pronóstico. Es un derecho recogido
en la ley de sanidad y en la ley de autonomía del paciente.
Como se ha
expuesto anteriormente lo ideal es darle la información, o el grado de
información que la persona desee, ni más ni menos. Y la familia, no debe
de tener miedo al respecto.
El conocer la verdad, hace tener confianza
en las personas de su entorno, y el que
las cosas se pongan encima de la
mesa y se pueda hablar sin miedo a la muerte, dejando
sobre la mesa
todos las cosas pendientes.
Es necesario tener en cuenta que tras la
muerte ya no se va a volver a tener oportunidad de poder reconciliarte.
Todo aquello que se quede en el tintero, va a producir daños en la vida
presente de la persona
que no ha logrado de hablar sinceramente con el
moribundo.
Lugar del tratamiento: Debería depender de dos factores, lo cual con frecuencia no sucede:
Necesidades del paciente: algunos pueden estar bien asistidos en su casa, pero otros necesitan cuidados técnicos o humanos que sólo un hospital u otra institución les puede proporcionar.
Deseo del paciente: también algunos desean permanecer hasta el final en su domicilio.
Lugar del tratamiento: Debería depender de dos factores, lo cual con frecuencia no sucede:
Necesidades del paciente: algunos pueden estar bien asistidos en su casa, pero otros necesitan cuidados técnicos o humanos que sólo un hospital u otra institución les puede proporcionar.
Deseo del paciente: también algunos desean permanecer hasta el final en su domicilio.
Pero otros quieren ser
asistidos por profesionales y expertos en esos momentos tan difíciles.
No parece exagerado conceder "el último deseo" a quien así lo demanda.
Las personas mayores no suelen tener miedo a la muerte, su biografía, sus creencias y sus experiencias le apoyan. Si tienen miedo al proceso, al dolor, al abandono, al sufrimiento
Fuente; http://mayores.consumer.es/documentos/mayores/problemas_eticos/situaciones.php
Las personas mayores no suelen tener miedo a la muerte, su biografía, sus creencias y sus experiencias le apoyan. Si tienen miedo al proceso, al dolor, al abandono, al sufrimiento
Fuente; http://mayores.consumer.es/documentos/mayores/problemas_eticos/situaciones.php
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