jueves, 22 de enero de 2015

Incontinencia fecal en Adultos Mayores


INCONTINENCIA FECAL 

Es frecuente en personas mayores muy deterioradas, con demencia o que han sufrido una trombosis. 
Suele asociarse a impactación fecal, diarrea aguda o exceso de laxantes.
Este problema es desagradable y muy angustioso, tanto para la persona mayor como para su familia 
(algunos enfermos con alteraciones mentales graves embadurnan con material fecal su cuerpo y los objetos
 a su alcance, creando situaciones difíciles).
Es recomendable llevar a cabo un programa para reeducar los hábitos intestinales hasta establecer un ritmo 
aceptable en las deposiciones, de manera que los accidentes sean excepcionales
 (lo habitual es colocarlos en el retrete después de la comida y de la cena). 
La conducta de algunos pacientes cambia inmediatamente antes de la eliminación, se ponen nerviosos, 
se agitan o deambulan. 
El uso de pañales absorbentes es de vital importancia para mantener al paciente 
y al entorno limpio en todo momento.

ESTREÑIMIENTO
 
Es el descenso en la frecuencia de las deposiciones, menos de 3 a la semana, que puede deberse a un paso dificultoso de heces secas y que, ocasionalmente, se acompaña de sensación de evacuación incompleta. 
Es un problema muy frecuente en las personas mayores, sobre todo en las que sufren dependencia. 
La defecación diaria puede llegar a convertirse en una auténtica obsesión en el anciano y en sus familiares, produciéndoles gran ansiedad. Por ello hay que informarles de que no es necesario la defecación diaria y que el mínimo 
aconsejable son 3 deposiciones a la semana. 



El estreñimiento puede producirse por:
-Dieta pobre en fibra.
-Desinterés por defecar en enfermos con demencia o deprimidos. Inmovilidad, obligación de mantenerse en cama.
-Viajes, cambios de domicilio. -Abusos de laxantes.
-Anomalías en la movilidad intestinal producidas por enfermedades como la diabetes, trastornos del sistema nervioso, 
etc.
-Alteraciones inflamatorias: hemorroides, fístulas, etc. -Alteraciones obstructivas: tumores. 



Las complicaciones del estreñimiento son:
- Impactación fecal: bolo fecal seco y duro en el recto que no deja pasar más heces y que produce obstrucción 
de todo el intestino, con obstrucción de la vejiga (produce retención de orina).  - Fisuras anales y hemorroides.

Recomendaciones generales para mejorar el estreñimiento en las personas dependientes:
- Ingesta abundante de líquidos.
- Dieta rica en fibra vegetal que incremente el residuo intestinal: pan integral, frutas, verduras, hortalizas y salvado. 
Los suplementos de fibra pueden producir flatulencia o causar fecalomas en pacientes inmovilizados.
 

- Actividad física diaria. - Reeducación del ritmo intestinal:
 

Responder al deseo de defecar sin tardanza.
 

Iniciar una rutina que consiste en intentar defecar a diario, aunque no se sienta la necesidad, a una hora fija, 
preferentemente de 15 a 60 minutos después del desayuno o una comida abundante.
 

Disponer del tiempo suficiente para la defecación, por lo que conviene permanecer en el inodoro al menos de 10 a 20 minutos.
 

Adoptar una posición adecuada en cuclillas o sentado, elevando los pies sobre un taburete bajo, mientras se
 inclina el cuerpo ligeramente hacia adelante. Puede ser útil masajear la región abdominal.

El paciente debe encontrarse cómodo en un lugar caliente y privado. Utilizar siempre que sea posible el inodoro, 
que debe tener una altura adecuada. El empleo de la cuña supone un gran esfuerzo muscular, además de que se 
producen olores y ruidos, elementos vergonzosos para el paciente.
 

Mantener el inodoro en buen estado, pues si está sucio, tiene la tapa rota o no hay papel higiénico, 
puede inhibirse la defecación.
 

Cuando con las anteriores medidas no se consigue corregir el estreñimiento, es el médico quien debe marcar 
un tratamiento farmacológico con:
 

Medicamentos que sirven para ablandar las heces. Deben tomarse sólo por prescripción médica.

El abuso de laxantes daña la mucosa intestinal e inhibe el funcionamiento intestinal normal. Son frecuentes las diarreas con grandes cantidades de moco. Las personas mayores se quejan de molestias abdominales, flatulencia, lengua seca y pastosa, mal gusto de boca, dolor de cabeza, etc.

Supositorios de glicerina. Para su correcta administración, el paciente tiene que estar echado sobre el lado izquierdo con las rodillas encogidas sobre el pecho. Deben separarse las nalgas y el supositorio se introduce con un dedo enguantado unos 3 cm en el recto, con la punta hacia delante. Unos 15 ó 30 minutos después, la persona experimenta un deseo fuerte de evacuar.

Enemas de limpieza comercializados. Deben ponerse si pasan más de 3-4 días sin defecar. 
Para ello se recomienda al paciente que orine antes de poner el enema de limpieza. 
Si la persona está encamada, se debe proteger la cama con un empapador. 
El enfermo debe colocarse de lado izquierdo con las piernas flexionadas.
 A continuación se coloca la cuña y se recomienda al paciente que retenga la solución unos 5 ó 10 minutos antes de evacuar. 
Cuando la persona defeque, se retira la cuña y se realiza la higiene genital.

Fuente: http://mayores.consumer.es/documentos/mayores/atender_necesidades/incontinencia_fecal.php

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