viernes, 20 de marzo de 2015

La Depresión de ancianos II

 La depresión en los ancianos es un trastorno cuya prevalecía asciende al 15% en los mayores de 65 años. Al tener una sintomatología atípica, tanto pacientes como familiares no siempre son conscientes de que se está ante un trastorno depresivo. Por lo general, los síntomas se atribuyen tanto desde los servicios sociales como los médicos generalistas a un elemento más del envejecimiento normal.-

Ancianos abandonados en los hospitales terminan en hogares a cargo del Estado. Abuelos que nadie quiere.

Pobreza y falta de redes sociales, pero también el simple deseo de deshacerse de lo que consideran un estorbo. Cada vez es más común que las familias abandonen a sus abuelos en los hospitales. Una realidad que se hace patente tras el alta médica: los teléfonos no responden. Nadie quiere recibirlos.

Las dejé a todas bien criadas y casadas. No fui una mala madre, pero ya no me quieren ver, dice Raquel Ríos (76 años) cuando le preguntan por su familia. Guarda silencio, lanza un largo suspiro y agrega: “Ellas sabrán, algunos tienen suerte y otros no”, sostiene mientras mira al resto de los ancianos del hogar que son visitados por sus familias.

Motivos de abandono

En una sociedad en que todo se mide por la utilidad, que los abuelos enfermos sean abandonados, tiene toda lógica. Laura Silva, coordinadora de la Unidad de Servicio Social del Hospital Barros Luco, dice que el adulto mayor es imprescindible mientras sirve a su familia, apoya las labores de la casa y cuida a los niños. “Pero cuando dejan de ser autovalentes por alguna enfermedad que va a requerir el apoyo de sus seres queridos, la familia ya no quiere tenerlo en casa ni hacerse cargo de él de otra manera”.

Según Paula Forttes, directora del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama), tras esa negativa, muchas veces, hay una situación económica desmejorada y no necesariamente malos sentimientos. Por ejemplo, es común que entreguen dirección y datos falsos. “Que no tiene que ver con un abandono mal intencionado, sino que con un escenario de desesperación”, señala.

Otro factor determinante es la inserción de la mujer al trabajo. Forttes enfatiza que son las mujeres, en su mayoría, las que prestan cuidados a su familia: primero a los hijos y después a los padres. “Pero cuando los dos ámbitos se confrontan, se sacrifica el cuidado de los mayores”. También se produce abandono cuando existen conflictos familiares anteriores y los hijos no quieren saber nada de sus padres.

Maltrato familiar a Personas de la Tercera Edad

En los últimos años, ha supuesto un gran escándalo social la comunicación de casos de indignante maltrato a personas mayores por parte de sus propios familiares, o personas de convivencia. Algunos varones son explotados por su familia, y algunas mujeres han llegado a sufrir el llamado  «Síndrome de la Abuela Esclava”  por la que solo algunas familias, abusan de la confianza que le supone, para que trabaje para ellos, sin que ellos tengan consideración con ella.

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