Misterioso fallecimiento
Artículo principal: Muerte de Marilyn Monroe
En 1962 aparece la última entrevista de Monroe en la revista Life.
El 4 de agosto de ese mismo año se había mostrado muy contenta.
A las 9 de la noche dio las buenas noches a su criada, Eunice Murray.
A las 10:30 horas una ambulancia se estacionó cerca del lugar.
La actriz aún estaba viva; no se explica por tanto que hacía esa ambulancia en aquel
lugar, unas 5 horas antes de la muerte de la actriz.
Marilyn Monroe por Bottelho.
Antes de su muerte, según se dice, había vivido un romance
con Robert F. Kennedy y John F. Kennedy, y la repentina decisión de
este último de abandonarla podría haberla impulsado a consumir una sobredosis de barbitúricos.
El hecho es que el clan Kennedy nunca aceptó que John y Robert Kennedy se relacionaran con ella, primordialmente por la intervención de J. Edgar Hoover,
quien sospechaba que la actriz sostenía peligrosas relaciones con comunistas de la época, que se acrecentaron mientras sostenía su amistad con los Kennedy. Ella,
supuestamente, poseía información que podía afectarlos gravemente.
Su deceso se cubrió de un halo de misterio.
Fue encontrada sin vida por su criada, tendida sobre la cama desnuda y boca abajo, con el teléfono descolgado (jamás se supo a quién trato de llamar),
en su dormitorio el 5 de agosto de 1962 a las 3 y media de la madrugada.
Tenía 36 años.
De la ambulancia, que llevaba estacionada 5 horas,
salieron enfermeros, que entraron escoltados por personajes del gobierno
y fueron los primeros en entrar al departamento.
Una asesora del departamento creyó reconocer a Robert Kennedy.
El informe policial calificó el suceso como probable suicidio,
si bien se han barajado otras posibilidades, incluida la del asesinato.
Un testigo afirmó que, mientras era retirado el cuerpo,
uno de los presuntos enfermeros aplicó una inyección entre los pechos de la actriz ya fallecida.
Muchas conjeturas de asesinato han apuntado a la familia Kennedy y a J. Edgar Hoover.
La autopsia jamás reveló el menor rastro de barbitúricos
(concretamente Nembutal era el medicamento de cual había un
bote sobre su mesilla de noche y que había sido prescrito por su psiquiatra en varias ocasiones)
en el estómago de la actriz, y sus órganos vitales, que fueron extraídos
para un análisis más concienzudo, desaparecieron misteriosamente.
Tres días después, Joe DiMaggio, su segundo marido, celebró el funeral en privado.
Lee Strasberg pronunció las siguientes palabras de despedida:
«No puedo decir adiós a Marilyn, nunca le gustaba decir adiós.
Pero, adoptando su particular manera de cambiar las cosas para así
poder enfrentarse a la realidad, diré 'hasta la vista'.
Porque todos visitaremos algún día el país hacia donde ella ha partido».
Sus restos se encuentran en el Cementerio Westwood Village Memorial Park de Los Ángeles, California.
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