domingo, 1 de febrero de 2009

Carmen Lafore





Novelista española. Nació en Barcelona el 6 de septiembre de 1921.Empezó a escribir a los 22 años En 1923 –a punto de cumplir dos años-, fue con sus padres a Canarias. Su padre era arquitecto y también profesor de la Escuela de Peritaje Industrial. Nuestro traslado a Canarias se debió a necesidades de este profesorado. En el año 1939 –exactamente en septiembre- volvo a Barcelona, donde vivió tres años. Después de este periodo vivió en Madrid ha frecuentado –sin terminar ninguna de las dos carreras comenzadas- las Universidades de Barcelona y Madrid. Ha leído mucho. La vida le ha interesado en todos sus momentos, tanto en los malos como en los buenos. Cuando vuelve la vista atrás, ve que todos esos años se han combinado para hacerle una persona capaz del difícil don de sentir la felicidad,
En 1945 con su primer libro, Nada, obtuvo el Premio Nadal en su primera convocatoria. Publicó después La isla y los demonios (1952) y La mujer nueva (1955). La insolación (1963) era el inicio de una proyectada trilogía sin continuación hasta ahora.
La publicación de Nada supuso uno de los hitos fundamentales de la reciente historia de la literatura española. Revitalizó la creación narrativa dentro del país, tras el trágico paréntesis de la Guerra Civil española, y el desconcierto que acompañó a la inmediata posguerra, al narrar la vida cotidiana de una adolescente en Barcelona.
Una vida rodeada de la sordidez sin remedio de una familia, en la que la violencia física y verbal eran moneda corriente, y de la tristeza de una ciudad gris que cubre todo con su sombra constante. A través de la amistad aparecerá un hilo de esperanza, una unión con lo que se adivina más allá de lo inmediato, en la que estará finalmente la salvación de Andrea, la protagonista.

Recibió también el Premio Fastenrath, de la Real Academia de la Lengua Española en 1948, y el conjunto de elogios que incluía artículos firmados por Juan Ramón Jiménez (de un poema suyo salían el título y la cita inicial de la obra), Ramón Sender,  Azorín, y críticos como Melchor Fernández Almagro, José María de Cossío o Pedro Laín Entralgo demuestran el impacto que dentro y fuera de nuestras fronteras tuvo la publicación de un libro que revolucionó el panorama literario de la posguerra española. Actualmente Nada está considerado como un clásico, se reedita de manera continua, es estudiada en los departamentos de español de todo el mundo, ha sido traducida a numerosos países y le ha asegurado a Carmen Laforet un puesto de honor en la historia de la narrativa española.
Cuando se habla de Carmen Laforet siempre se destacan tres cosas: es la autora de Nada, recibió el prestigioso premio Nadal e inmediatamente se hace alusión al silencio en el que culminó su carrera de escritora comparándola en algunos casos al escritor mexicano Juan Rulfo. Pero si bien es cierto que la escritora se retiró voluntariamente del mundo literario de la época, de sus envidias, enemistades y rencillas, y que se la puede considerar una escritora poco prolífica, publicó otras excelentes novelas: en 1952  apareció 

La isla y los demonios, que tiene como protagonista a una adolescente, Marta Camino, basándose en su propia experiencia juvenil en Las Palmas de Gran Canaria. La mujer nueva (1955) que ganó el Premio Menorca de Novela de 1955 y el Premio Nacional de Literatura de 1956, narra la aventura espiritual de la protagonista y su conversión al catolicismo. En 1963 publicó La insolación. Esta última novela formaba parte de una triología Tres pasos fuera del tiempo que no llegó a completarse. El segundo tomo Al volver la esquina, que ella no se había decidido a publicar, se editó póstumamente en el año 2004. Escribió además, siete novelas cortas, veintidós cuentos, narraciones de viaje e innumerables artículos para periódicos y revistas.
Carmen Laforet se casó en 1946 con el periodista y crítico literario Manuel Cerezales con el que tuvo cinco hijos. El matrimonio se separó en 1970.
En 2003 se publicó Puedo contar contigo, que contiene la relación epistolar entre Carmen Laforet y el escritor Ramón J. Sender, un total de 76 cartas en las que la escritora le cuenta sobre su vida familiar, los hijos, sus dificultades de ser y escribir como mujer, la inseguridad frente a su obra de la que se muestra muy crítica.

Su paulatino distanciamiento de la vida pública se aceleró debido a una enfermedad degenerativa que afectaba a la memoria y que la dejo sin habla en los últimos años de su vida.
En 2009 su hija, Cristina Cerezales publicó el libro Música Blanca en el que, en un diálogo sin palabras con su madre, emprende un recorrido por los senderos de la memoria en el que abundan detalles reveladores que permiten entender en profundidad su vida y su obra.
Carmen Laforet murió en Madrid el 28 de febrero de 2004. 

"Si uno es escritor, escribe siempre, aunque no quiera hacerlo, aunque trate de escapar a esa dudosa gloria y a ese sufrimiento real que se merece por seguir una vocación."

Carmen Laforet

2 comentarios:



  1. Un abrazo
    una sonrisa
    de espuma blanca.

    Rozando
    las rocas
    el fin de semana

    Acariciadas
    en continuo cortejo.
    por el sol del ocaso.

    Murmullo de sonatas
    poemas de amor
    suspiran las caracolas.

    *****

    Tan acariciada
    como las rocas
    me has hecho sentir.

    Celebrando a mí lado
    un año más de mi vida.

    Gracias infinitas
    por tan estimada compañía

    Te quiere!!

    María del Carmen


    ResponderEliminar
  2. I don't even know how I ended up here, but I thought
    this post was great. I don't know who you are but definitely you are going to a famous blogger if you are
    not already ;) Cheers!

    Also visit my page ... ayurveda for weight loss

    ResponderEliminar