El amor frágil

 El amor frágil y los inconsistentes nadan en el tiempo,
son momentos confusos, nubes de humo que cuidan la vida,
la mente, se deslizan  por espacios inmensos
sin pensar en nada quieto.

Mientras los labios afianzan el silencio, incluso pasan fatiga,
pero, quizás, buscan un color entre los colores apagados de la vida
o devolver la paz,  al contorno a las sombras largas del adiós.
Extensiones sobre los campos, escuchar el grito azul del cielo
tras las montañas o las suaves jotas de la lluvia, ya es un
despertar de la realidad, una llamada insistente.
A quien se abandona con antelación al sueño,
cuando el vacío es un líquido que llena el ánimo solitario.

Recoger el cólera y echarla en la luz es resistir a la suerte,
encontrarse para no extraviarse, un levantarse atrevido de los ojos.

También la brisa marina roza y sorprende cuando las palabras
no desbordan más húmedas
o secas y las arrugas de arena son falsas respuestas
Desconozco el autor