Poco a poco rompiendo barreras saltando fronteras llegué a tu querer más haya de lo justo o correcto enloquecí con tus besos y tu forma de ser Que no existe modelo perfecto, eso lo sé que no soy tu dueño, ni tu mi mujer más no puedo negar lo que siento y si es esto un sueño que no me despiertes mi bien
Sin preguntas extensas y con miradas inquietas sentimientos a flor de piel sin planes concretos, ni límite en el tiempo algo que el amor solo sabe entender. Me secuestra el sentido más allá de lo permitido el tema es que no hay nada que hacer no se puede nadar contra corriente sin que al final la ola te pueda envolver Te regalo el silencio de mis palabras la intensidad de mis letras el profundo suspiro de mi alma mis sentimientos a flor de piel. Autor Martin Lunary
El irrespeto por la naturaleza ha afectado la supervivencia de varios seres, y entre los más amenazados está la hembra de la especie humana.
Tengo apenas un ejemplar en casa, que mantengo con mucho celo y dedicación, pero en verdad creo que es ella la que me mantiene. Por lo tanto, por una cuestión de auto-supervivencia, lanzo la campaña
“Salvemos a las mujeres”.
Tomen de acá mis pocos conocimientos sobre la fisiología de la feminidad, con el fin de que preservemos los raros y preciosos ejemplares que todavía quedan:
1. Hábitat:
La mujer no puede vivir en cautiverio.
Si está enjaulada, huirá o morirá por dentro. No hay cadenas que la ate y las que se someten a la jaula pierden su DNA. Usted jamás tendrá la posesión sobre una mujer; lo que la va a atar a usted es una línea frágil que necesita ser reforzada diariamente.
2. Alimentación correcta:
Nadie vive de la brisa. La mujer vive de cariño dele en abundancia. Es cosa de hombre, y si ella no lo recibe de usted, lo buscará en otro. Besos matinales al desayuno y un “yo te amo”, las mantiene bellas y perfumadas durante todo el día. Un abrazo diario es como el agua para los helechos, no la deje deshidratarse. Por lo menos una vez al mes es necesario, si no obligatorio, servirle un plato especial.
3. F l o r e s:
También hacen parte del menú. Mujer que no recibe flores se marchita rápidamente y adquiere rasgos masculinos, como la brusquedad y el trato áspero.
4. Respete la naturaleza:
¿No soporta la TPM (tensión pre-menstrual) ? Case-se con un hombre. Las mujeres menstrúan, lloran por cualquier cosa, les gusta hablar de cómo les fue en el día, de discutir sobre la relación. Si quiere vivir con una mujer, prepárese para eso.
5. No restrinja su vanidad:
Es propio de la mujer hidratar las mechas, pintarse las uñas, echarse labial, estar todo un día en el salón de belleza, coleccionar aretes, comprarse muchos zapatos, pasar horas escogiendo ropas en un centro comercial. Comprenda todo esto y apóyela.
6. El cerebro femenino no es un mito
Por inseguridad, la mayoría de los hombres prefiere no creer en la existencia del cerebro femenino. Por ello, buscan aquellas que fingen no tenerlo (y algunas realmente, lo jubilaron).
Entonces, aguante: Mujer sin cerebro no es mujer, sino un simple objeto decorativo. Si usted está cansado de coleccionar estatuillas, intente relacionarse con una verdadera mujer.
Algunas le mostrarán que tienen más materia gris que usted.
No les huya, aprenda con ellas y crezca. Y no se preocupe; al contrario de lo que ocurre con los hombres, la inteligencia no funciona como repelente para las mujeres.
7. No haga sombra sobre ella…
Si usted quiere ser un gran hombre tenga una mujer a su lado, nunca atrás. De esa forma, cuando ella brille, usted se bronceará. Sin embargo, si ella está atrás, usted llevará una patada en el trasero.
8. Acepte:
Las mujeres también tienen luz propia y no dependen de nosotros para brillar. El hombre sabio alimenta los potenciales de su compañera y los utiliza para motivar los propios. Él sabe que, preservando y cultivando la mujer, él estará salvándose a sí mismo
Mi amigo, si usted piensa que la mujer es demasiado costosa, vuélvase GAY. ¡Solo tiene mujer quien puede!
No te olvides, temprana, de los besos un día. De los besos alados que a tu boca llegaron. Un instante pusieron su plumaje encendido sobre el puro dibujo que se rinde entreabierto. Te rozaron los dientes. Tú sentiste su bulto, En tu boca latiendo su celeste plumaje. Ah, redondo tu labio palpitaba de dicha.
¿Quién no besa esos pájaros cuando llegan, escapan? Entreabierta tu boca vi tus dientes blanquísimos. Ah, los picos delgados entre labios se hunden. Ah, picaron celestes, mientras dulce sentiste que tu cuerpo ligero, muy ligero, se erguía. ¡Cuán graciosa, cuán fina, cuán esbelta reinabas! Luz o pájaros llegan, besos puros, plumajes.
Y oscurecen tu rostro con sus alas calientes, que te rozan. Revuelan, mientras ciega tú brillas. No lo olvides. Felices, mira, van, ahora escapan. Mira: vuelan, ascienden, el azul los adopta. Suben altos, dorados. Van calientes, ardiendo. Gimen, cantan, esplenden. En el cielo deliran.
Consuelo no manifestó ninguna emoción. Siguió trabajando como siempre, ignorando las náuseas, la pesadez de las piernas y los puntos de colores que le nublaban la vista, sin mencionar el extraordinario medicamento conque salvó al moribundo. No lo dijo, ni siquiera cuando empezó a crecerle la barriga, ni cuando la llamo el Profesor Jones para administrarle un purgante convencido de que esa hinchazón se debía a un problema digestivo, ni tampoco lo dijo cuando a su debido tiempo dio a luz.
Aguantó los dolores durante trece horas sin dejar de trabajar y cuando ya no pudo más, se encerró en su pieza dispuesta a vivir ese momento a plenitud, como el más importante de su vida. Cepilló su cabello, lo trenzó apretadamente y lo ató con una cinta nueva, se quitó la ropa y se lavó de pies a cabeza, luego puso una sabana limpia en el suelo y sobre ella se colocó en cuclillas, tal como había visto en un libro sobre costumbres esquimales.
Cubierta de sudor, con un trapo en la boca para ahogar sus quejidos, pujó para traer al mundo a esa criatura porfiada que se aferraba a ella. Ya no era joven y no fue tarea fácil, pero la costumbre de fregar pisos a medianoche, le había dado firmes músculos con los cuales pudo finalmente parir.
Primero vio surgir dos pies minúsculos que se movían apenas, como si intentaran dar el primer paso de un arduo camino. Respiro profundamente y con un último gemido sintió que algo se rompía en el centro de su cuerpo y una masa ajena se deslizaba entre sus muslos. Un tremendo alivio la conmovió hasta el alma.
Allí estaba yo envuelta en una cuerda azul, que ella separó con cuidado de mi cuello, para ayudarme a vivir. En ese instante se abrió la puerta y entró la cocinera, quien al notar su ausencia adivinó lo que ocurría y acudió a socorrerla. La encontró desnuda conmigo recostada sobre su vientre, todavía unida a ella por un lazo palpitante.
– Mala cosa, es hembra -dijo la improvisada comadrona cuando hubo anudado y cortado el cordón umbilical y me tuvo en sus manos.
– Nació de pie, es signo de buena suerte -sonrió, mi madre apenas pudo hablar.
– Parece fuerte y es gritona. Si UD quiere puedo ser la madrina.
– No he pensado en bautizarla -replicó Consuelo, pero al ver que la otra sé persignaba escandalizada, no quiso ofenderla-. Está bien, un poco de agua bendita no le puede hacer mal y quién sabe si hasta sea de algún provecho. Se llamará Eva, para que tenga ganas de vivir.
– ¿Qué apellido?
– Ninguno, el apellido no es importante.
– Los humanos necesitan apellido. Solo los perros pueden andar por allí con el puro nombre.
– Su padre pertenecía a la tribu de los hijos de la luna. que sea Eva Luna, entonces.
Aclaro que este no es un testamento de esos que se usan como colofón de vida es un testamento mucho más sencillo tan solo para el fin de la jornada o sea que lego para mañana jueves las preocupaciones que me legara el martes levemente alteradas por dos digestiones las usuales noticias del cono sur y una nube de mosquitos casi vampiros lego mis catorce estornudas del mediodía una carta a mi mujer en que falta la posdata el final de una novela que a duras penas leo las siete sonrisas de cinco muchachas ya que hubo una que me brindó tres y el ceño fruncido de un señor que no conozco ni aspiro a conocer lego un colorido ajedrez moscovita una computadora japonesa sin pilas y la buena radio en que está sonando el español grisáceo de la bici ah la olivetti y el cepillo de dientes no los lego porsiaca lego tropos y metáforas de uso privado que modestamente acuñé en la tarde por ejemplo el astillero en que reparo mis sueños el pájaro aleatorio que surge del crepúsculo la cortina de lluvia que miro y no descorro lego un remordimiento porque es aleccionante y un poco de tristeza porque es inevitable también mi soledad con la ilusión de que el jueves resuelva no admitirla y me sancione con presencias varias lego los crujidos de mis viejas bisagras también una tajada de mi sombra no toda porque un hombre sin su sombra no merece el respeto de la gente lego el pescuezo recién lavado como para un jueves de guillotina una maceta con hierbabuena y otra con un boniato que me hastía ya que esta cargante convolvulácea me está, invadiendo el cuarto con sus hojas lego los suburbios de una idea un tríptico de espejos que me agrede el mar allá al alcance de la mano mis cóleras por orden alfabético y un breve y curioso estado de ánimo que todavía no sé si es inocencia o estupidez malsana o alegría solo ahora lo advierto en paredes y anaqueles y venas en glándulas y techos y optimismos me quedan tantas cosas por legar que mejor las incluyo en otro testamento digamos el del viernes.
El cantautor y poeta Leonard Cohen gana el Premio Príncipe de Asturias de las Letras El «imaginario sentimental» creado por Leonard Cohen en el que «la poesía y la música se funden en un valor inalterable» le han valido al poeta y cantautor canadiense para ser distinguido este miércoles con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras.
Un hombre interesante. Tiene una voz increíble.
Una de las voces más bonita que he escuchado jamás, descubrí a Leonard Cohen en una habitación de un apartamento de un hotel en Sevilla a mis 18 años en una reunión de amigos, un domingo por la tarde desde ese momento; no sé si fue su voz, su imagen de persona serena, sus letras o sus canciones, pero sé que me No sé si fue su voz, su imagen de persona sosegada, sus letras o sus canciones, ¡¡pero sé que me enamoro!!
Este galardón habrá sorprendido a este modesto poeta, pero le habrá hecho ilusión. Un premio merecido, pero extraño, ya que la obra poética y novelística del canadiense es poco conocida en España.
Quizá sea hora de recuperar los escritos de este hombre que de camino a la jubilación se volvió a perder en la carretera.
Leonard Cohen - Take This Waltz [Official Music Video]
el hombre de la balada más triste Reseña biográfica Poeta, novelista y cantante canadiense nacido en Montreal en 1934. A los 21 años, tras obtener la Licenciatura en Literatura Inglesa por la Universidad McGill de Montreal, publicó su primer libro de poemas, «Let Us Compare Mythologies», en el que deja entrever la influencia que han dejado en él las religiones católica y judía. Su obra posterior incluye temas de sexo, amor, religión y política, marcando en todas el espíritu rebelde que siempre le ha acompañado y su personalidad depresiva. De esta época son las siguientes obras: «Flores para Hitler» en 1964, «La Caja de Especias de la Tierra» en 1965, «Parásitos del Paraíso» en 1966, «La Energía de los Esclavos» en 1969 y sus novelas «El Juego Favorito» y «Los Hermosos Vencidos». En 1990, agobiado por el inconformismo, decidió ordenarse como monje de la religión Zen. En 1999, después de casi nueve años en el monte Baldy, abandonó los hábitos para dedicarse de nuevo a la música y la poesía.
Leonard Cohen (1934) es un tipo que nunca se ha puesto unos vaqueros, no se sentía bien dentro de ellos. Prefirió los trajes y el oscuro. De carácter tranquilo y voz profunda, este poeta, que también es conocido entre los monjes budistas con los que compartió monasterio como ‘El Silencioso’, lleva varios años de gira para recuperar una economía que se vio asaltada en 2005 por su consejera y amante que desapareció con los ahorros de su vida.
Tras varios libros de poemas, dos novelas y una banda adolescente de folk, Cohen se pasó a la canción por problemas económicos después de que Judy Collins cosechase un notable éxito cantando a su Suzanne. En 1968 aparecía un primer álbum bajo su nombre, Songs of Leonard Cohen. Un disco calificado con cinco estrellas por la enciclopedia musical Allmusic y que contiene la mencionada Suzanne, pero también otras grandes joyas como So long, Marianne, Sisters of Mercy o The Stranger song. Cohen tenía treinta y tres años y se mudaba a Nueva York. Dos años después daba un giro musical a Nashville para trabajar con el productor de Bob Dylan y Johnny Cash. Songs from a room llegaba al número dos de las listas inglesas y entraba entre los setenta discos más vendidos en EEUU. Repitió equipo y lugar para su siguiente trabajo, Songs of love and hate, un disco que pasó más desapercibido a pesar de contener canciones como Famous blue raincoat o Joan of Arc.
Los días de poeta
Durante los años sesenta, Cohen se mantuvo activo como poeta con la publicación de cuatro libros de poemas y dos novelas. En 1966 sorprendió a la crítica con la edición de Los hermosos vencidos, considerada como una obra clave en la literatura experimental canadiense.
Con el despegue de su carrera musical sus escritos fueron perdiendo periodicidad, los poemas tomaban forma de canciones y durante los años setenta sólo se leerían dos nuevos libros en verso, otro más llegaría en los ochenta y un nuevo estreno en 1993, Stranger Music mezclaba poemas recitados y canciones.
En el mundo de la música
Los setenta pasaron con menos éxito para el canadiense. Abrió la década con un directo de sus últimos años y New skin for the old ceremony, un álbum en el que su sonido evoluciona con más instrumentos, cuerdas y vientos. De ese álbum, Cohen rescata habitualmente Chelsea Hotel, una canción dedicada a la desaparecida Janis Joplin sobre la noche de amor que compartieron en el mítico hotel neoyorquino.
La portada del álbum, que mostraba a dos ángeles haciendo el amor, fue censurada por el franquismo.
Los buenos momentos
Los siguientes álbumes del canadiense perdieron fuelle y la discográfica redujo su tirada y promoción, Cohen caía un poco. Hubo que esperar a 1988 para vivir su regreso musical con Im your man, un álbum que llegó a lo más alto de las listas de venta en España. Entre todas las grandes canciones que lo componen destaca la adaptación que Cohen canta del poema de García Lorca Pequeño vals vienés.
La fascinación por Lorca viene de un ejemplar de Poeta en Nueva York que cayó en manos de Cohen cuando tenía dieciséis años. La poesía del granadino impactó tan profundamente a aquel joven estudiante que años después bautizaría a su hija con el nombre de Lorca. Su pasión por el poeta le llevó a conocer a Estrella Morente, que años después grabaría Omega, un álbum que versiona al flamenco rock las poesías del canadiense.
Después del éxito de Im your man Cohen tuvo que reinventarse. Con el nuevo siglo, el canadiense publicó dos nuevos discos cuyo impacto quedó lejos del de sus trabajos iníciales, Ten new songs (2001) y Dear Heather (2004) le devuelven a la senda de la canción.
Y en 2008, con la cuenta bancaria vacía, Cohen volvía a la carretera con 74 años para conmover a viejos y nuevos seguidores con unas canciones que han envejecido de un modo elegante y natural.
A veces, cuando nada marcha de acuerdo con lo esperado, y la preocupación es quien reina. Cuando el quebranto de lágrimas inunda nuestros ojos, y todo parece ser inútil. Solo una cosa puede ahuyentar las lágrimas que queman y ciegan; alguien que suavemente te eche el brazo por encima y, susurre: No te preocupes. Nadie ha logrado descifrar por qué esas palabras traen tanto consuelo, o por qué tal susurro hace que nuestras preocupaciones se despejen al instante. Sin embargo, cuando los problemas nos dan la bienvenida, podemos olvidarnos de ellos y dejarlos atrás. Cuando alguien suavemente te eche el brazo por encima y, susurre: No te preocupes. El amor que procede de tan suave caricia; debe ser amor verdadero. Podría ser que un abrazo así, a tu corazón no traiga consuelo. Pero si el amor es el móvil, dulce consuelo encontrarás, Cuando alguien suavemente te echa el brazo por encima y, susurre: ¡No te preocupes!
Fuente: El libro devocionario de Dios para los Padres, Editorial Unilit.
"Una mujer exquisita no es aquella que más hombrestiene a sus pies, sino aquella que tiene uno
solo que lahace realmente feliz.
Una mujer hermosa no
es la más joven, ni la más flaca,ni la
que tiene el cutis más terso o el cabello más llamativo, es aquella que con tan
sólo una sonrisa y un buen consejo puede alegrarte la vida.
Una mujer valiosa no
es aquella que tiene más títulos, ni más cargos académicos, es aquella que
sacrifica su sueño por hacer felices a los demás.
Una mujer exquisita
no es la más ardiente, sino la que vibra al hacer el amor solamente con el
hombre que ama.
Una mujer interesante
no es aquella que se siente halagada por ser admirada por su bellezay elegancia, es aquella mujerfirme de carácter que puede decirNo.
...Y un hombre, un
hombre exquisito es aquel que valoraa
una mujer así..."
La carrera del mar sobre mi puerta
es sensación azul entre mis dedos,
y tu salto impetuoso por mi espíritu
es no menos azul, me nace eterno.
Todo el color de aurora despertada
el mar y tú lo nadan a mi encuentro,
y en locura de amarme hasta el naufragio
van rompiendo los puertos y los remos.
¡Si tuviera yo un barco de gaviotas,
para sólo un instante detenerlos,
y gritarle mi voz a que se batan
en un sencillo duelo de misterio!
Que uno en el otro encuentren su voz propia,
que entrelacen sus sueños en el viento,
que se ciñan estrellas en los ojos
para que den, unidos, sus destellos.
Que sea un duelo de música en el aire
las magnolias abiertas de sus besos,
que las olas se vistan de pasiones
y la pasión se vista de veleros.
Todo el color de aurora despertada
el mar y tú lo estiren en un sueño
que se lleve mi barco de gaviotas
y me deje en el agua de dos cielos.
“Cuando se excluye a uno de los padres, el hijo solo está a medias, sintiendo el vacío y la falta, lo cual es la base de la depresión. La depresión se sana integrando al padre o a la madre excluidos, dándole su lugar y su dignidad.”
Cuando una persona está separada de su madre o de su padre tiene solamente la mitad de la fuerza vital, y si solo tiene la mitad de la fuerza vital se vuelve depresivo.
La depresión es una sensación de vacío, no de tristeza. Tener una sensación de vacío significa que falta la madre o el padre. En ese caso solamente la mitad del corazón está colmada. La depresión desaparece y la persona está bien consigo misma cuando respeta y ama a la madre y al padre»