En tu cuerpo creció la simiente. Pronto la llenarás de vida en tu vientre bendito y en tu mente.
Será tu nuevo camino y la partida, en unos meses parirás el fruto de
un ser felizmente concebido. Ocupará de tu tiempo el pensamiento.
Tendrá el cariño de madre, tan sentido.
Y cuando arribe feliz esa cigüeña al hogar que crece y regocija,
Lo traerás tu mujer-madre y dueña, con inigualable sensación hacia tu hij@.
Como si ello no fuese nada, le brindarás tu amor eternamente.
La observarás crecer pacientemente y, tal vez, irse un día acompañada.
Al tiempo repetirás en esos nietos, tu dulce quehacer sacrificado.
Viendo a tu hombre sentirse anonadando al ver que repartes tu
increíble tiempo prieto. Ya no me alcanzan las palabras y mis versos
cuando intento describirte, vanamente.
Eres mujer, quizás alguna vez madre única en el universo.
Aunque seas una más entre la gente.
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