martes, 5 de julio de 2011

Hay épocas secas

 Hay épocas secas que abarcan un segundo

Que precisan toda la melancolía a un tiempo
Me hacen presa de ti, y por ti sucumbo,
Y soy una herida abierta que sangra por los poros
Un bebida viva que destruye la piel

Para ser alimento de las irracionales.
Horas que de tanto idealizarte exaspero;
de tanto considerarte me convierto en tu cuerpo.
Soy una herida abierta que te grita callada,

Que lucha con la corriente para matar al invierno en un arranque asesino,
de demencia impuesta, con la luna llena de una sombras suicida.
Momentos que llegan lánguidos en su movimiento de imagen

Que habitan en mi interior como una resistente piedra y estoy herida,
que estalla en una abundancia de oraciones

Que se entremezclan con la lluvia para no ser lágrima
y acaba con el semblante majado,  
empapada hasta los huesos
Carente de piel impenetrable

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