lunes, 8 de junio de 2009

Correr riesgos

 
  Reír es correr el riesgo de parecer tonto.
Llorar es correr el riesgo de parecer sentimental.
Abrirse a los demás es correr el riesgo de involucrarse.
Expresar los sentimientos es correr el riesgo de ser rechazado.
Hablar de nuestros sueños frente a otros,
es correr el riesgo al ridículo.
Amar es correr el riesgo a no ser amado.
 
Pero los riesgos se pueden correr,
porque el riesgo más grande en la vida
es no arriesgar nada.
La persona que no arriesga nada,
no tiene nada, no hace nada, no es nada.
 
Pueden evitarse sufrimientos y miedos,
pero no se puede aprender,
sentir, cambiar, crecer, o amar,
solamente la persona que arriesga es libre.

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