Mamá, tus brazos me acunaron desde mi primer suspiro,
fuiste la guardiana de cada sueño que he tenido.
Con tus palabras de amor, el mundo me enseñaste,
y con tu ejemplo de vida, lo mejor de mí sacaste.
En ti siempre encontré refugio, calor y amor,
siempre encontré el mejor rincón,
el mejor lugar, donde siempre pude ser yo.
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