Entonces, ¿por qué tanta sangre?
Déjalos que se dispersen
Déjalos que se degüellen,
y tengan fines fatales.
Más no puedo, "vida mía",
al Amor, estoy atado.
No puedo dejarlos solos,
son mi gente: marginados.
Bajo sus trajes de seda,
y sus coches fabulosos,
se esconden las tristes almas,
codiciosas de reposo.
No existen buenos ni malos.
Todos son para mis ojos,
no solamente simples mortales,
son de estos, los despojos.
Ya me empiezo a sentir mal,
el asco vuelve a embriagarme,
tendré que ir a vomitar,
y en el Walter desahogándome.
Me quité pronto el abrigo
que cubre mi piel mezquina
porque el invierno persiste,
y hace tiempo que no escribo.
domingo, 13 de febrero de 2022
No puedo dejarlos solos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario