jueves, 6 de junio de 2013

Françoise Sagan

 


FRANCOISE SAGAN LOT FRANCIA (1935).
Escritora, autora de más de 40 títulos de literatura frívola. Su personalidad extravagante y su afición a las drogas y el lujo la convierte en una leyenda.

(Seudónimo literario de Françoise Quoirez; Cajarc, Lot, 1935 - Honfleur, Normandía, 2004) Escritora francesa, icono entre los intelectuales de los años cincuenta y sesenta. Su primera novela, Bonjour tristesse (1954), la hizo famosa en pocas semanas y por ella obtuvo el codiciado Prix des Critiques. 

Esta historia de una adolescente privilegiada con opiniones precoces acerca del amor, el sexo y los códigos morales al uso fue llevada en 1958 a la gran pantalla por el realizador Otto Preminger, con Jean Seberg, Deborah Kerr y David Niven como personajes principales. En aquella época, consciente ya de que su vida desenfrenada la llevaba a una prematura decrepitud, la autora se sometió a varias curas de desintoxicación. Sin embargo, no tardaría mucho en volver a las andadas.

 Su estilo narrativo, personalísimo, no conocía prejuicios. A los 20 años, Françoise Sagan gozaba de una fama que ningún novelista había alcanzado a aquella edad.

Antes de retirarse por incapacidad, aún escribió varias novelas, algunas de las cuales tuvieron más éxito de ventas por el nombre de la autora que por su calidad literaria: La laisse (1989), Un orange immobile (1989), Les faux-fuyants (1991), Un chagrin de passage (1993) y, finalmente, Le miroir égaré (1996), un triángulo amoroso y disonante entre una viuda millonaria y una joven pareja de intelectuales.  

Sagan pasó los últimos años de su vida enferma y arruinada, hasta el punto de que se vio obligada a vender su mansión en Normandía y su piso en París y se alojó esporádicamente en casas de sus amigos parisienses, hasta que los nuevos propietarios de su antigua mansión le permitieron volver a vivir en ella.

Nunca se arrepintió de lo que había vivido, y vivió mucho, disfrutando y a la vez sufriendo el escándalo, las juergas nocturnas, el sexo, la bebida y las drogas. Sin embargo, su aparente felicidad escondía una gran soledad interior. Decía así que sus libros hablaban sobre todo de la soledad y de la manera, si existe, de «desembarazarse de ella». 

Fuente: https://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/sagan_francoise.htm

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