Santa Ana
Madre de la Santísima Virgen María
Fiesta (con San Joaquín): 26 de julio
Ana (Hebreo, Hannah, significa gracia)
Una antigua tradición, que arranca del siglo II, atribuye los nombres San Joaquín y Santa Ana
a los padres de la Santísima Virgen María. El culto a santa Ana
se introdujo ya en la Iglesia oriental en el siglo VI, y pasó a la occidental
en el siglo X; el culto a san Joaquín es más reciente. Ver:
Por sus frutos los conoceréis de San Juan Damasceno.
Todo lo que se conoce de ellos, incluso sus nombres,
procede de literatura apócrifa: el Evangelio de la Natividad de María,
el Evangelio apócrifo de Mateo y el Protoevangelium de Santiago.
El más antiguo de estos se remonta alrededor del 150 ad.
En el Oriente el Protoevangelium gozaba de gran autoridad, algunas porciones
se leían en las fiestas de la Virgen María.
En el Occidente, sin embargo, fue rechazado por los Padres de la Iglesia.
En el siglo XIII, partes del Protoevangelium de Santiago fue incorporado
por Jacobus de Vorágine en su "Leyenda Dorada".
Desde entonces la historia de Santa Ana se propagó por él
Occidente hasta convertirse en una de las santas más populares de la Iglesia latina.
Los escritos llamados "apócrifos" no fueron aceptados por la Iglesia como
parte del canon de las Sagradas Escrituras
porque contienen muchos datos que no son confiables.
Pero si contienen algunos datos de documentos históricos.
Lo difícil es distinguir en ellos el grano bueno de la paja.
El Protoevangelium nos ofrece la siguiente historia:
En Nazaret vivían Joaquín y Ana, una pareja rica y piadosa, pero que no tenía hijos.
Cuando en una fiesta Joaquín se presentó para ofrecer sacrificio en el Templo,
fue rechazado por un tal Ruben, bajo el pretexto de qué hombres sin descendencia
no eran dignos de ser admitidos. Joaquín, cargado de pena, no volvió
a su casa si no que se fue a las montañas a presentarse ante Dios en soledad.
También Ana, habiendo conocido la razón de la prolongada ausencia de su esposo,
clamó al Señor pidiéndole que retirase de ella la maldición de la esterilidad
y prometiéndole dedicar su descendencia a Su servicio.
Sus oraciones fueron escuchadas; un ángel visitó a Ana y le dijo: "Ana,
el Señor ha mirado tus lágrimas; concebirás y darás a luz y el fruto
de tu vientre será bendecido por todo el mundo".
El ángel hizo la misma promesa a Joaquín, quien volvió a donde su esposa.
Ana dio a luz una hija a quien llamó Miriam (María).
Esta historia se parece a la de la concepción de Samuel en las Sagradas Escrituras,
cuya madre se llamaba también Ana (1 Re 1).
Según una tradición antigua, los padres de la Stma. Virgen, siendo Galileos, se mudaron a Jerusalén.
Allí, según la misma tradición, nació y se crio la Virgen Santísima.
Allí también murieron estos venerables santos.
Una iglesia, conocida en diferentes épocas como Santa María,
Santa María ubi nata est, Santa María en Probatica, Santa Probatica y Santa Ana,
fue construida en el siglo IV, posiblemente por Santa Elena
(madre del emperador Constantino),
sobre el lugar de la casa de San Joaquín y Ana.
Sus tumbas fueron honradas hasta el final del siglo IX, cuando los invasores musulmanes
la convirtieron en una escuela. La cripta, que originalmente contenía las santas tumbas,
fue descubierta el 18 de marzo de 1889.
Muchas leyendas han sido escritas sobre las vidas de San Joaquín y Santa Ana,
causando gran confusión entre los fieles.
Según una de ellas, Santa Ana concibió
a la Virgen Santísima sin concurso de varón, permaneciendo así virgen.
Este error fue condenado por la Santa Sede en 1677 (Benedicto XIV, De Festis, II, 9).
lunes, 17 de diciembre de 2012
Santa Ana
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario