Había una vez una persona que ya no le gustaba
el lugar donde vivía, su ciudad le parecía de todo
menos buena o bonita para seguir ahí, entonces decidió viajar
a otra ciudad que fuera mejor que
esta y fue así como emprendió su viaje.
Anduvo sin rumbo fijo por un buen tiempo hasta
que un día se encontró a la orilla de un camino
a una anciana que estaba sentada tranquilamente
Y se acercó a platicar con ella:
¿Cómo es la gente de esta ciudad?
— pregunto–
¿Cómo era la gente de la ciudad de donde usted viene?
— respondió ella–
Uy no, fatal, la ciudad es un asco, contaminación tráfico, inseguridad,
la gente es malísima, indigna de confianza, detestable.
–a lo cual la anciana respondió–
Aquí va a encontrar lo mismo que allá.
Y el viajero siguió caminando en busca de su ciudad soñada.
No había pasado ni un hora cuando otro viajero se
detuvo con la misma anciana y le hizo la misma
Pregunta:
¿Cómo es esta ciudad y su gente?
–y ella respondió—
¿Cómo era en tu ciudad?
— el responde–
Una maravilla, grande, hermosa, con gente buena,
honrada, trabajadora y muy generosa.
Me dio tristeza tener que partir de ahí.
Entonces la anciana le dijo:
No te preocupes en esta ciudad te vas a encontrar
lo mismo.
Moraleja:
Saca tú la tuya…
Mis Páginas
▼
No hay comentarios:
Publicar un comentario