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miércoles, 9 de noviembre de 2011

Biografía de Vicente Ferrer

 Biografía de Vicente Ferrer

Vicente Ferrer nace en Barcelona (España) el 9 de abril de 1920. Durante su juventud, entra a formar parte de la Compañía de Jesús con la ilusión de cumplir su mayor deseo y vocación: ayudar a los demás.

En 1952, llega a Mumbai como misionero jesuita para completar su formación espiritual, y allí mantiene su primer contacto con la India. A partir de ese momento, dedicará el resto de su vida a trabajar para erradicar el sufrimiento de los más pobres de ese país.

Lamentablemente, su labor genera suspicacias entre los sectores dirigentes, que ven en él una amenaza a sus intereses y consiguen una orden para expulsarle del país. Ante este hecho, más de 30.000 campesinos, secundados por intelectuales, políticos y líderes religiosos, se movilizan en una marcha de 250km para protestar por la orden de expulsión.
En una entrevista con Vicente, la entonces primera ministra Indira Gandhi reconoce su gran labor, comprometiéndose a buscar una solución y enviando este telegrama: «El padre Vicente Ferrer se irá al extranjero para unas cortas vacaciones y será bien recibido otra vez en la India.»

En 1968, Vicente sale del país y regresa a España.

En 1969, vuelve a la India y se instala en Anantapur (Andhra Pradesh), uno de los distritos más pobres del país, para continuar su lucha por los más desfavorecidos. Ese mismo año deja la Compañía de Jesús y crea, junto a quien será su futura esposa unos meses más tarde -Anne Perry- la Fundación Vicente Ferrer.
Vicente Ferrer (Barcelona, 1920) murió a las 1:15 de esta madrugada (hora peninsular en España), a causa de un empeoramiento de los problemas respiratorios que venía sufriendo en los últimos meses, en su domicilio de Anantapur (India), región donde llevaba más de 55 años trabajando sobre el terreno para combatir la pobreza y las desigualdades sociales en uno de los países más poblados del mundo, según informó hoy una portavoz de la Fundación Vicente Ferrer.
Ferrer alumbró y lideró una organización homónima con fuerte carácter humanista que ha beneficiado a 2,5 millones de personas del distrito de Anantapur, una de las zonas más pobres, con más de cuatro millones de habitantes.

Nacido en Barcelona el 9 de abril de 1920, Ferrer pasó su infancia entre la ciudad condal y Gandia. En 1936 fue llamado a filas para luchar con el frente republicano. Al terminar la guerra comenzó los estudios de Derecho, que abandonó para unirse a la Compañía de Jesús con la ilusión de cumplir sus principios de ayudar a los demás.

Pisó tierras indias por primera vez en 1952. Pese a que su cometido era acabar su formación espiritual, decidió conocer las necesidades de la gente y puso en funcionamiento un singular sistema de trabajo: «El milagro de dar». Consistía en una pequeña ayuda económica y el asesoramiento técnico para obtener agua para los cultivos. Si al final cada campesino devolvía lo prestado (sin intereses), el milagro se iba extendiendo.
En Mumbai puso en funcionamiento diferentes procedimientos de organización entre pequeñas cooperativas para abastecer de agua a la comunidad y fomentar los cultivos, construir un hospital y escuelas para casi un millar de personas.

Expulsado del país

Los dirigentes del país le miraban con recelo porque chocaba con sus intereses, y recibió una orden de expulsión en 1968, dándole 30 días para abandonar el país. Esta decisión generó diferentes movimientos sociales y políticos que desembocaron en el anuncio de Indira Gandhi, primera ministra del país, de que el padre Ferrer podría volver en un corto espacio de tiempo después de su expulsión.

A su regreso, junto a seis voluntarios, decidió instalarse en una de las regiones más pobres y áridas del país: Anantapur, donde la escasez de agua, la desertización y la falta de educación eran alarmantes.

En marzo de 1970 dejó de pertenecer a la Compañía de Jesús, y ese mismo año contrajo matrimonio con Anne Perry, una periodista inglesa fiel seguidora del misionero desde el conflicto de su expulsión. Durante esa década, persistió el asedio de los políticos, esta vez de las autoridades de la región, que llegaron incluso a querer encarcelarlo. Ferrer denunció el abuso de poder del que estaba siendo objeto y consiguió un fallo favorable que creó jurisprudencia.

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